Hola mamá,
Hace mucho que no te escribía, siento la tardanza, pero aquí estoy de nuevo. Más listo que nunca para decirte todo lo que llevo callándome estos años. Lo primero de todo: te echo de menos. Esa sonrisa y esos ojos verdes que siempre me cautivaron. Los abrazos tiernos y llenos de amor que me dabas cada vez que entraba por la puerta. Hoy todo eso lo siento con pena, pero quiero que sea mi alegría, mi felicidad, mi eternidad...
Paisa, recordate hoy en día, es la sal de la herida. La quemadura en la mano y el sufrimiento del recuerdo.
Ayer tomé una decisión: hablé con el corazón en alto y una mente poderosa me escuchó. Por fin sentí que tenía que volver a quererte; volver a sentirte; volver... Esta carta es el inicio de algo que solo tú, yo y el tiempo podremos reescribir. Y para eso estamos; nos podemos equivocar, tachar párrafos, echar tipex, destruir hojas o escribir de nuevo lo que pase a partir de ahora. Pero siempre pensando en que esos momentos que tuvimos juntos son eternos en nuestro corazón.
Te llevaste un poquito de mí contigo; allá donde estés, cuídalo, porque lo mucho que tú me has dejado a mí aquí, lo llevo siempre conmigo. Estoy siguiendo tus pasos por Madrid, como tu hiciste al llegar a esta gran ciudad. Siento que ahora vivo las calles por tí, su gentío, su ruido, los coches... todo. Somos y seremos vidas paraleras.
Por aquí todo bien, iniciando mi sueño, despertando de un pequeño letargo de oscuridad donde tú iluminábas la salida. ¿Recuerdas la casita de la sierra? Constuiré una, crearé un jardín, lo llenaré de violetas, tulipanes y hortensias... donde tú serás la rosa más hermosa del jardín.
Acabo de sonreír, hacía mucho que no lo sentía al pensar en tu recuerdo, creo que poco a poco la herida se cerrará. Y que tú y yo volveremos a ser felices como siempre fuimos.
Hace unos años dejaste libros sin leer, un café sin terminar y una vida por sentir. Hoy leeré los libros sin final, tomaré los cafés hasta soñar y viviré la vida hasta zarpar.
Gracias madre, paisa, vieja, mami. Hoy soy yo, por que tú fuiste el ayer. Hoy es un pasado, pero un futuro que pasará.
Te quiero.
Alberto.