domingo, 20 de abril de 2014

Mi error

Uno, dos, tres... nunca llegaremos a poder contar todos los errores que hemos cometido en esta vida, está en nuestra naturaleza errar.  Dicen que nadie es perfecto y que, por consecuencia, muchas veces uno se equivoca. Un fallo lo tiene cualquiera, pero saber aceptarlo y pedir perdón hace que todo esté en equilibrio. Error, solución y arrepentimiento. Todo puede reducirse a dos palabras: lo siento. El ser humano es consciente de sus actos, por lo tanto hay que abstenerse a las consecuencias que traen consigo cada acción. No hay hecho más humano que el de pedir perdón,  y el acto más noble aceptar las disculpas. Las segundas oportunidades siempre no son como la anterior,  pero, muchas veces, merece la pena intentarlo,  ya que puedes descubir algo que nunca habrías conocido antes. Guarda tu orgullo, y sé persona humana, valora el esfuerzo del otro en volver a intentar ser mejor persona, si te falla otra vez, la lección no quedó aprendida y quizás sea mejor que la aprenda con otra persona. Nunca dejes de perdonar, porque si algún día esa persona fue importante es que algo tuyo guarda en su corazón.